Ey, cuanto tiempo, buenas tardes, noches o días según cuando leas esta historia, ya es noviembre, y es hora de que haga algún capitulo de algo, bien, bueno hoy os traigo el segundo capitulo de "El secreto de la Tierra" espero que lo disfrutéis ^^
El viaje en el avión, había durado una eternidad en la que había aprovechado para leer mi libro favorito "the promise of wolfves", trataba de una historia de lobos antigua, cuyo protagonistas era una manada de esa especie, me gustaban muchos esas historias, y sobretodo de lobos, los cuales me gustaban desde pequeño, los perros también me gustaban, pero nunca había tenido uno, diría que no tengo animales domésticos pero mentiría tengo una gata, cuyo nombre era Nyan, se notaba que en mi casa no eran muy originales para los nombres. No era mi primera vez que subía a un avión, ya había viajado en alguno, en un excursiones del colegio, por tanto no tenia ningún miedo a que pasase nada, pues sabia que eran seguros y no iba a ser "como en las películas" y pensareis que ahora el avión se estrella queridos lectores, a los que os cuento esta historia, llegue sano y salvo al Aeropuerto de Madrid, capital de España.
El nombre del aeropuerto era Barajas, no sabia exactamente porque se llamaba así. Salí del avión con la maleta con el equipaje, ahora en teoría debía de coger un medio de transporte, creo recordar que mi madre había dicho un autobús ¿pero cual? saque la nota que mi madre había dejado encima de la mesa, el día que se fue con el resto de mi familia, en total eramos cuatro, sin contar a nuestra pequeña mascota, Esther, mi madre, James mi padre, Nuria mi pequeña hermana y Millo, o sea yo. En la nota ponía "coge el autobús 3a, al salir del aeropuerto, en la calle indicada (estaba escrita la calle) y después para en esta otra calle, para coger el 17, por ultimo cuando pases por un cartel del nombre del pueblo (anotado Villaescusa de Haro), para allí y baja, te estaremos esperando en casa, también tienes puesta la dirección de la casa" termine de leer la nota, suspire, que lió - pensé voy a preguntar por donde esta la calle, donde se encuentra aquella parada, pues mi madre no me dijo específicamente donde estaba, y como suponéis yo nunca había pisado España, no tenia ni idea de donde ir y que hacer, vi a un guardia en el aeropuerto, perfecto, seguramente me ayudaba a encontrar esa calle, sabia que el idioma ingles se hablaba en todas partes, así que probé a preguntárselo el hombre me miro, y me dijo que no me entendía, así que esta vez probé a decírselo en español.
- Esto... señor me gustaría saber donde esta, la plaza del puerto del sol - dije intentado pronunciar adecuadamente, sabia español, porque mi padre me había metido en una academia hace bastantes años, aparte, poco después de saber que nos marchábamos allí, estudie como un loco, para que pudiese comunicarme bien y no parecer un extranjero que desconocía la lengua española. El guardia se giro, y me miro con sorpresa, le extrañaba que supiera español, su aspecto era de carcelero, una mirada muy fría y su cara no mostraba ninguna expresión de felicidad, no pareciese que ese guardia era o hubiese sido feliz en un tiempo, cuando me escucho empezó a reírse, era extraño de primera vista, no habría imaginado que se pudiese reír aquel hombre, y después con una sonrisa, cosa rara en él, pues cualquiera pensaría que el hombre no había sonreído en su vida:
- No me había dado cuenta, pese a estar en un aeropuerto - dijo riéndose un poco más e incluso llorando de aguantar la risa - Usted es extranjero ¿verdad?
- Si, vengo de California, esto... - dije con total sinceridad, pese al darme cuenta de que el hombre no me había ni oído cuando se lo pregunte en ingles- ¿Por que se estaba riendo?
- Haber, joven - dijo recuperando la compostura y poniendo su cara inexpresiva - Resulta que la plaza, que busca es la Puerta del sol ¿verdad?
Tras escucharlo, inmediatamente me di cuenta del fallo, y baje la cabeza avergonzado, era un gran error, era como poner en un examen del colegio "shit" (literalmente mierda) en lugar de "ship" (barco), me quede quieto y el guardia, tras darme las indicaciones y decirme que no pasaba nada, se fue porque tenia otros asuntos.
La parada del autobús era un trozo de plástico vertical rectángulo con un numero, el que indico mi madre en la nota, un "3", pero no veía ninguna "a" por ningún sitio, así que observe el pilar, tenia escritas cosas, supuse que calles, no entendía la mitad de ellas, al lado de las calles había varias lineas de colores diferentes, que pasaban por ellas, también había números, creo que eran la horas, al cabo de un rato mirando el pilar caí en una cosa, las lineas de colores tenían una letra, ¡Bingo! Hay estaba la dichosa "a" como no había caído, parece que mi traslado a este país me había afectado a la cabeza, así que me senté en un banco y espere a que pasase, la plaza era realmente grande, se veían figuras, monumentos y gente a montones, el lugar era precioso, me quede un rato pensando en mis cosas <<¿Porque Nuria no tenia que hacer este rollo?, es verdad que era más pequeña que yo, tenia 3 años, por tanto tenia, 15, pero tener que pasar tanta molestia cansa, sino fuera tan cabezota de quedarme unos días solo en casa y me hubiese ido con mis padres cuando me dijeron de irnos...>> suspire, por el lió que me estaba haciendo y me levante porque había llegado el autobús.
Entregue el dinero y pregunte por la segunda calle que mi madre había dejado, en la nota, el conductor me dijo que si pasaba por allí y fui a sentarme, por dentro era como todos de un color gris oscuro, pero por fuera era de un color rojo, me recordaba a esos autobuses que se veían en Londres, pero mas pequeño, no había casi nadie, me senté en una ventana y descanse un rato mirando por la ventana, sin dormirme, pues entonces me pasaba la parada, al cabo de una media hora cogí el segundo autobús este ya salia de Madrid y se dirigía Castilla la Mancha. Estaba llenisimo, tanto que me tuve que quedarme de pie, observe a la gente, había personas de todo tipo, unas vestían de negro, estilo gótico otras iban trajeadas, otras con ropa de deporte, muchas variedades de ropa y persona, me quede un rato mirando por la ventana, hasta que sentí que alguien me golpeaba en el hombro y me gire.
- Ey, ¿usted no es de por aquí ¿verdad? - dijo una mujer con el pelo negro, cogido de una coleta, iba con un vestido de color rojo y aparentaba unos 20 años, era una mujer muy atractiva.
- Ah... No - dije tímidamente - vengo desde muy lejos.
- ¿Eres de América? ¿Verdad? - dijo la mujer sonriendo y alegre - yo también vengo de allí.
- Si, soy de allí ¿tanto se me nota en el acento? - dije un poco deprimido, pues anteriormente, como había dicho antes había estado estudiando para pronunciar bien las palabras y creía que tal vez no se me notase de que no era de por allí.
- Si, y no debes de estar triste, este lugar es seguramente mejor que donde vivías - dijo ella pensando que me había deprimido por mi ciudad y pulso un botón para solicitar parada, y se dirigió a la puerta.
- Que lo pases bien en Villaescusa de Haro - dijo sonriendo y salio por la puerta.
Le esperaba alguien afuera, un señor que parecía un mayordomo, por su forma de vestir, justamente al bajar le saludo con su nombre, gracias a dios, pude oírlo antes de que se cerrarán las puertas, esa mujer se llamaba Teilla, me quede observándola hasta que se perdió de vista. Por fin llegue a mi casa, ya era mediodía cuando la encontré mi familia me estaba esperando fuera, la casa era grande, tenia dos pisos y muchísimas habitaciones, podría vivir muchísima gente en ella, pero no, la teníamos toda para nosotros.
- Has tardado mucho en llegar - dijo mi madre mirándome - ¿Has tenido algún problema con las estaciones?
- No, mama - dije tranquilizándola y sonriendo - me lo indicaste todo muy bien en la nota que me dejaste en la mesa. Mi madre se aparto y llamo a mi padre, él vino, se saco un papel de su bolsillo y me lo entrego, diciendo un poco extrañado:
- Esta es la nota que te dejo tu madre encima de la mesa, se la llevo sin querer, pensábamos llamarte al móvil, pero apareces aquí de repente, te vimos desde la ventana y salimos.
Mire la nota sorprendido y cogí la que había leído todo este rato, las comparé, la nota de las estaciones de tren (la que era realmente de mi madre) reconocía la letra, era la caligrafía de siempre, la que todos estos años había leído en todo, y me quede atónito al mirar el otro papel y darme cuenta de que eran totalmente diferentes ¿quien me envió la nota? y de pronto recordé algo que había pasado en el autobús aquella mujer sabia a donde me dirigía, pero ¿como era posible?, no le había dicho ni mi nombre, entonces todo cobro sentido. ¿Sera aquella mujer la que me dejo la nota? Entré a mi casa, con mi maleta y cerré la puerta, esperando que aquel día fuese menos raro, pero eso no era lo más extraño del día, lo más extraño estaba aun por pasar, cuando conociese a mi vecina.
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Nota del Autor: Ha sido bueno esperar, ¿verdad? dentro de poco estará el siguiente capitulo, todavía tengo que hacer algunos cambio, muchas gracias por leerlo, y decirme que os ha parecido, ¿os ha gustado? Por favor comentar, esto es solo el principio, a partir de ahora se volverá más paranoico y fantástico En la sección Zona Extra 2 iré comentando, como visteis, se publico antes de lo esperado, así que próximamente se mejorará. Actualizado el texto, he eliminado los errores ortográficos, perdonar las molestias U.U
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