Bien, ¡por fin! voy a escribir este capitulo, cuando aparece la nueva personaje que da mucha vida a esta historia, espero que les guste.
La casa tenia al entrar, unas escaleras que daban al piso de arriba, a la derecha de las escaleras había una cocina pequeña con una puerta que salia al jardín, a la izquierda de la escalera estaba un comedor muy grande que se conectaba con dos habitaciones, la que estaba más lejos era la mía, una pequeña habitación, donde estaba mi cama, tenia una cómoda donde ahí había dejado mis cosas, y un gran armario que me recordaba al de la obra de C.S. Lewis, la habitación tenia una ventana, donde se podía ver una iglesia de lejos, también había un cuadro extraño donde se veía un paisaje nocturno. Baje a comer, tras ordenar los libros de mi habitación, y vi la llave de la casa, era realmente extraña, pensareis que ¿que tiene un llave de especial? nada en concreto, pero si la mirabas de frente, la forma de la llave, es decir, la parte que se mete en la puerta era una interrogación. Fui hacia la cocina donde me esperaban mis padres y mi hermana, pero antes de sentarme me quede observando por la ventana, desde ella podía ver un jardín que comunicaba con un bosque, la única cosa que lo separaba era una pequeña valla de metal de un metro de alto, supongo que no habrá muchas amenazas, sin duda era un pueblo tranquilo. Tras comer fui directo a mi habitación, quizá pudiese leer algo, el verano era muy largo y estaba empezando.
Era
la tarde de mi tercer día en ese pueblo, alejándome del mundo de los
libros, salí a que me diera un poco el aire y allí, estaba ella con su
pelo corto, color rojo, sus ojos verdosos con aire misterioso y su ropa
negra, mirando distante hacia al cielo, donde se podían ver algunas
nubes, la estuve mirando un rato, hasta que se percato de mi presencia y
se giró hacia a mi, sonrió y dijo con su misteriosa voz.
- Hola, tu debes ser el nuevo vecino, llevo días observándote.
- Si, - dije incomodo a su mirada y sin poder articular más de una palabra-
- Parece que eres de esas personas tímidas- dijo ella riendo por lo bajo-
-No, es que yo....- dije, con la mirada perdida y reanudando-...no sabia, que tenia una vecina, aquí no hay mucha gente.
- Comparto tu opinión, pero aun así, ellos me cuentan sobre ti - dijo termiando con una voz que diria que uso en ese momento para darme algo de miedo-
-¿Ellos?- dije confundido- ¿Quienes?
Ella
se giró hacia su puerta, entro a su casa y antes de que se cerrará la
puerta, dijo, "los pájaros", y dejo escapar una sonrisa, la puerta se cerro, y ni las cigarras que por ese tiempo hacian ruido dejaron de hacerlo, un extraño silencio que acompaño a este encuentro fortuito.
Me quede un rato extrañado, y esperando a que ella volviese, pero no volvió, y se fue haciendo de noche, así que decidí volver a casa, al entrar en la cocina mi madre estaba preparando algo de cena en la sartén, quizá ella supiese algo de ella, así que se lo pregunte.
- Mama.. he conocido a alguien muy extraña, en el jardín - dije mientras le ayudaba a poner la mesa - no se, era una chica pelirroja ¿te suena a ti de algo?
- Pues.. quizá sea la hija de Ricardo, - dijo mi madre pensativa, haciendo un gesto en su barbilla- es un hombre muy agradable, su casa esta justamente pegada a la nuestra, bueno, no exactamente, a ver Millo, has notado que esta casa es muy grande ¿no?
- Si, diría que demasiada, tiene varias puertas arriba, creo recordar - comente, mientras en mi cabeza, dibujaba un mapa de la casa.
- Pues no es tan grande - dijo mi madre- solo en apariencia.
- ¿Como? - dije extrañado - pero, si hay muchas habitaciones.
- Si, hay muchas habitaciones Millo - dijo ella tranquilizándome - pero, eso no quiere decir que todas sean de esta casa, al parecer la mitad de la casa esta comunicada con la casa de Ricardo, es decir, originalmente este lugar era una casa de una familia, decian que rica por eso es tan grande.
- Pero eso es un tanto imposible - dije arqueando una ceja - yo no la he visto a ella por aquí, y llevo 3 días.
- ¡Oh!- hizo ademan de sorpresa, pero despues empezo a reir y continuo hablando - es que no te lo explique bien, es como dos casas, arriba hay una puerta que comunica con su casa, Ricardo nos dijo que de momento estará cerrada.
- Que mal educado ese hombre - dije enfadado - no entiendo porque nos juzga sin saber.
- Entiéndelo hijo mio, nadie se fiaria de una familia de extranjeros que de repente atraviesan el mar, para venir a un pueblo en medio de la nada - dijo mi madre intentando no enfadarse, ella solía ser tranquila - de momento la puerta estará cerrada, ya podrás ver a esa chica.
- Eh! pero... - dije tímidamente- ah..
- Es guapa ¿eh? - dijo mi madre sonriendo - que bonito es el amor.
- Ah.. si, bueno - dije dirigiéndome a la salida -voy a avisar a Nuria de que la cena esta lista, ¿papa tardará mucho en volver?
- No, pero espero que no se pierda para volver a casa, - dijo ella mientras servía los filetes en los platos- ya sabes que es su primer día.
- Tu tranquila, a él nunca le pasa nada malo -dije, sonreí y fui a llamar a mi hermana.
-¡Nuria! - dije mientras me acercaba a su habitación.
Camine poco a poco, por la escalera y abrí lentamente su puerta, su habitación estaba oscura, ya había anochecido, pero ella no parecía estar allí.
- ¿Nuria? - pregunte lentamente y oí como algo se movía.
- ¿Que quieres?, pesado - dijo Nuria, salio de la cama, estaría con el móvil, porque pareció dejar algo sobre la cómoda de su habitación.
- Mama te llama para cenar - dije enfadado, pero de un tono que fingia estar apacible con ella, me había insultado, odiaba tener a esa cría como hermana.
- Vale - dijo mientras se ponía algo más de ropa, no se había salido en todo el día, parecía un zombie.
Baje a la cocina y disfrute de la comida, charlamos un rato y mientras nos comíamos el postre, un plato llamado natillas, llego mi padre.
- ¿Como te ha ido cariño? - dijo mi madre acercándose a él - ¿Tu nuevo jefe te ha tratado bien?
- Bueno, da para comer - dijo mientras dejaba sus guantes sobre un perchero, parecía cansado - respecto a mi jefe, no se, no he llegado a verlo en persona, parece ser un hombre muy importante, le llaman señor con suerte, (Mr lucky pensé para mi) me ha pedido que le pode algunas palmeras, y no hace especialmente frío.
- Dicen que, por el sur de este país hace mucho más calor - dijo mi hermana sacando una aplicación del móvil para enseñar que tenia razón - ¿lo veis? aquí - señalo un lugar de la costa, si mi geografía iba bien creo que eso se llamaba Asturias, pero tal como habéis deducido no tenia mucho conocimiento de esa materia.
- Andalucia - dijo mi madre sonriendo - si dicen que es de las regiones que hace más calor.
- Bueno, concentrémonos - dijo mi padre - estamos en este pueblo, no en otras regiones, Esther cariño ¿que podría comer?
- Creo que tengo algo de verdura, te puedo preparar algo - dijo mi madre buscando los ingredientes.
- No te molestes Esther, descansa, tu también habrás tenido un día agotador.- dijo mientras agarraba los ingredientes y se preparaba la cena el mismo, era encantador, mis padres seguían enamorados y se respetaban entre ellos.
Tras eso, me fui a dormir y pensé en aquella extraña chica, ¿que habrá querido decir con eso de los pájaros? Desde que había llegado desde California me había pasado cosas extrañas, nunca olvidaré este día, pues aunque pareciese extraño, lo echo de menos. Sí, os preguntareis de que hablo, por supuesto toda respuesta llegará, pero lo primero que debería suceder era encontrar ese extraño libro, el libro que cambiaría mi vida.
Continuará
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Si, que todos dicen que pasara algo en el siguiente día, espera.. creo que lo puse en el capitulo anterior, a ver, esta no es la la historia bien editada XD; desde aquí no puedo modificar mucho, pero bueno más o menos es así, la parte donde empieza, lo de tercer día, se escribió originalmente en 2011, estuvo puesta en mi tuenti, y la recuperé, no la he modificado para trasmitir el primer encuentro con ella, como lo recordaba, en el capitulo siguiente os hareís una idea de la historia, mañana editaré la ortografía y modificaré el final de esto XD, gracias por leer.
V3: Añadido más datos
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