Tanto como a mi relataros otra de mis historias, cuando tenga las 31 las subiré posiblemente el mismo halloween a wattpad, gracias por el apoyo y por pasaros por aqui a leer.
Corrí y me escondí, cada vez que podía, en las paredes de los edificios
de aquel extraño pueblo, estaba herida, un bocado descargable en la
pierna, pero podía andar, "nada puede hacerme daño" me habían hecho
aprender desde niña y por eso, aunque se viera cada vez más peor la
cosa, podía moverme casi como si no me hubiesen tocado.
Esos chuchos eran unos pringados, aunque andasen a cuatro patas y fueran parlantes, nunca me cogerían. Estaba tan convencida que les había esquivado que bajé la guardia y de repente me los encontré delante mía.
Pero no sé si fue suerte o qué realmente por mucho que tuvieran el don del habla eran realmente estúpidos porque se alejaron al verme hasta desaparecer de mi vista.
Continué caminando y me senté en el suelo algo mareada, nunca me había sentido así, me ardía el cuerpo y me entraba un enorme sopor.
En un momento me quedé dormida, no se cómo fue, pero había cambiado la luz, casi creí que estaba dentro de un sueño o una pesadilla.
Había uno de esos bichos cuadrúpedos delante de mí.
Parpadeaba a la vez que yo. Alguien me llamó, me giré y había otro.
—Es tu reflejo.
Le miré confundida y el lobo dijo una frase que cambiaría mi vida para siempre.
—Bienvenida a la manada.
Esos chuchos eran unos pringados, aunque andasen a cuatro patas y fueran parlantes, nunca me cogerían. Estaba tan convencida que les había esquivado que bajé la guardia y de repente me los encontré delante mía.
Pero no sé si fue suerte o qué realmente por mucho que tuvieran el don del habla eran realmente estúpidos porque se alejaron al verme hasta desaparecer de mi vista.
Continué caminando y me senté en el suelo algo mareada, nunca me había sentido así, me ardía el cuerpo y me entraba un enorme sopor.
En un momento me quedé dormida, no se cómo fue, pero había cambiado la luz, casi creí que estaba dentro de un sueño o una pesadilla.
Había uno de esos bichos cuadrúpedos delante de mí.
Parpadeaba a la vez que yo. Alguien me llamó, me giré y había otro.
—Es tu reflejo.
Le miré confundida y el lobo dijo una frase que cambiaría mi vida para siempre.
—Bienvenida a la manada.
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