Una historia para un concurso de una pagina ^^ , muy interesante y quizá con un final inesperado :3
Viernes 13, a un día de San Valentín, esperando como un chiquilla en la puerta del instituto, con el chocolate. Según la costumbre japonesa, se regala chocolate a la persona que quieres y ella te devuelve el favor en el mes siguiente, pero yo, solo busco confesarme, cruzo la piernas, medito, "ella ya tiene a alguien", saco el cigarro y lo enciendo.
Fuera hace frió, normal, es febrero, el cielo esta cubierto, no entra casi nada de luz solar, el tiempo para mi, es perfecto. Sigo esperando, pensando en ella, sus bonitos rizos rubios, teñidos o no, que importa, sus ojos marrones, "es el amor de mi vida", tomo otra calada y suspiro, Ella, con su amable sonrisa y su linda voz capaz de derretir incluso el corazón de un gigante de hielo, tomo otra calada y tiro la colilla al suelo, el tiempo se hace eterno, pero soy paciente.
Lo tengo todo preparado, salí una hora antes y compre el chocolate que más le gusta, pienso en sacar un segundo cigarrillo, de meto la mano en el bolsillo y saco el móvil, "2 p.m." ya queda poco, un cuarto de hora para ver a mi amada, ¿Ella me querrá?, río, seguro que no, un chico alto sin nada especial, demasiado grande para ella, en sentido literal y metafórico, ella es bajita, muevo un rizo de mi pelo largo moreno, girándolo con el dedo, estoy aburrido, muy aburrido.
Reflexiono, "¿será mi futura mujer?, ¿la madre de mis hijos?", vuelvo a reír, no lo creo, queda poco, el cielo parece que se aclara, un poco de luz solar se escapa entre sus nubes, pienso, quizá sea una señal, no soy supersticioso, pero se supone que es un día malo, vuelvo a reír y toso, la verdad es que odio el tabaco, no entiendo como empecé a fumar, es un vicio que mucha gente cae y supongo que por eso toso, pero me relaja, saco el segundo cigarrillo y lo prendo y tomo otra calada,me limpio las gafas, se empañaron con el frió, miro de nuevo el móvil, "5 minutos ya quedan, !sonríe, ya queda poco!" pero, de repente llueve fuerte, no me importa mucho eso, pero cae abundantemente y me protejo de ella con la mochila.
Empapado entro en la recepción, a unos diez metros de donde me hallaba, no he traído paraguas, no suele preocuparme la lluvia, saco el chocolate, parece que no le ha sucedido nada, sonrió de nuevo. Suena la campana, la gente empieza a bajar, antes de ello, tiro el cigarro disimulando, observo como pasan, gente de todas las edades, al cabo de un rato aparece. Levanto la mano, grito su nombre, se sorprende, me mira, se acerca y me sonrojo.
Me mira con su dulce sonrisa, le doy el chocolate y le digo lo que siento, espero, la veo como lo guarda en la mochila, no dice nada, hace ademán de irse, intento pararle, hago el gesto "¡dame una respuesta!", rápidamente me besa, me quiere, soy el chico más afortunado del mundo...
...Despierto.
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