Esta vez os traigo otra historia de Retazos a la lava hirviendo. En esta ocasión será cuando Esther y Sebastián se conocieron, estos dos personajes puede o no pueden ser importantes en la historia de Kamikaze Esmeralda, eso ya lo sabréis cuando se publique en el futuro.
Sucedió en una extraña noche.
Baje volando y adopte mi forma humana. De piel oscura, ojos
rojos y pelo verde tintado sobre negro.
—¿Eres un dragón? —dijo
una voz—.
No… ¡era imposible que un humano pudiese haberme visto! ¿o es
que se trataba de una Quimera? pensé para mis adentros.
—Yo siempre he creído en vuestra existencia,
si es un secreto tan grande que podría cambiar el mundo no diré nada, pero es
que Wow es algo tan guay…
—No, no lo es —intervine mientras me ponía la
ropa que siempre me ataba a la pata al volar, te matarán si sabes esto y no deberías
ni haberlo podido ver.
—Me da igual —sonrió y me miró—. ¿Cómo te
llamas?
—No deberías estar hablando conmigo —gruñí y
me alejé de él apoyándome en una pared—. ¿Tienes el chisme cuadrado ese?
—¿Te refieres a un teléfono? —dijo extrañado
y volvió a sonreír—. ¿Los dragones usan de eso?
—No, joven —miré hacia abajo y me tapé la
boca con las manos—. Es solo un método para que crean que hablas con otro
alguien a través de esos aparatos.
—Oh, no, no tengo de eso —se apoyó también en
la pared del edificio y fingió estar pendiente a otra cosa, quien sabe que le
pasaba por su mente humana, quizá al igual que yo tenía un arduo deseo de ver
las estrellas del cielo o solo contemplaba las luces que iluminaban la calle—. Siento
lo de antes, no sabía que eras dragona.
—¡Te estoy diciendo estúpido humano que no deberías
haberme visto! es imposible —exclamé preocupada, aunque no tenía que estarlo,
él es un humano o quizá algo peor, pero sentía que había algo que me impulsaba
a hablarle, ¿curiosidad? Quizá fuera eso—. ¿Desde cuándo conoces nuestro mundo?
Él comenzó a reír como si fuera lo más
gracioso que ha oído en su vida, se apoyó en una farola y me miró.
—Desde muy joven, pero todo el mundo me
llamaba chiflado, veía cosas en el cielo con alas grandes y que hacían sombras
que nadie más veía y estaba fascinado. Siempre había soñado con conocer a uno,
no sabía si erais aliens o seres del más allá. ¡Me daba igual! deseaba hablar
con alguno de vosotros, así que ya no me importa morir tras saber que no estoy
loco —sonrió ampliamente—, así que encantado de conocerte, mi nombre es Sebastián.
—Es muy loable por tu parte que no te asustes
ni por nuestro aspecto y que nos mires con admiración, pero mi deseo es que no
te conviertas en una Quimera, no serias el primero que vino con intenciones
buenas de este modo —le miré para notar su reacción, ¿nada? Estaba confusa, creía
que los humanos sabían de eso, esperé su respuesta en silencio.
—No sé de qué hablas dragona, pero yo no
quiero convertirme en esa cosa—mi expresión cambió, sí que sabía lo que era ¿Me
estaba tomando las escamas?
—No me llames dragona y… entonces ¿Qué es lo
que quieres? —en mi cabeza una idea empezaba a surgir, aunque decidí
esquivarla, pensé en que si mi padre pudiera entrar en mi cabeza y tuve un escalofrió
—Solo deseo tu amistad —en ese momento no
pude aguantar una carcajada, el humano me miró con tristeza y prosiguió—. Si no
quieres fingiré que nunca te vi, de todas formas, incluso contando la historia
la gente dirá que iba drogado o bebido, yo no pierdo nada.
—Si deseas satisfacer tu curiosidad, entonces
estarás poniendo tu vida en peligro y yo no te podré proteger Sebastián, has
escogido a la dragona con el padre más estricto de toda Amedruka, pero ¿sabes? me
gusta eso de ti —me acerqué y le tendí mi mano—. Acepto tu propuesta.
El esquiva mi mano, en ese momento pensé “¿Hice
algo mal? Creía que así era como los humanos terminaban un trato”.
—Prefiero que me digas tu nombre —abrí los
ojos sorprendida, era un humano interesante—.
—Vale, mi nombre es Esther —me acerqué a él
para que estuviéramos muy cerca el uno del otro—, pero, para mis amigos soy Vesta.
Fue una noche extraña, tras pronunciar mi
nombre fue como si el mundo se congelará, tras eso, le dije que se reuniese
conmigo en este mismo lugar y todas las noches hablamos de cosas.
Quiero conservar todos estos recuerdos, por
eso los escribo. Quiero que los demás los puedan leer. Son retazos de recuerdos
a la lava hirviendo.
Ha estado bien, pero ha ido muy deprisa, así que ha quedado un poco abrupto
ResponderEliminarHas de saber cómo van retazos a la lava hirviendo. Retazos a la lava hirviendo son un conjunto de relatos narrados por personajes de la obra Kamikaze esmeralda, suelen ser como dices "abruptos" (si, he tenido que buscar esto en un diccionario), pero porque son historias cortas dentro de un mismo universo. Todas las historias no terminan allí algunas dan pistas a futuros acontecimientos, otras tienen segundas partes, en este caso está no es una historia con final como puedes ver. Se queda abierta porque existe otra donde se narra algo que sucedió después y además ya se está pensando en una intermedia. Yo no veo que haya ido muy deprisa, simplemente es un encuentro casual con un personaje y como después quedan. Además, si lees con atención la protagonista al final dice: "Quiero conservar todos estos recuerdos, por eso los escribo. Quiero que los demás los puedan leer. Son retazos de recuerdos a la lava hirviendo." te lo señalo, "Quiero conservar todos estos recuerdos" Sí, en plural, deja claro que no es la última historia que se ve dentro del libro. Espero que con mi comentario hayan quedado aclaradas tus dudas en respecto a la rapidez y la abruptabilidad (no se si existe esa palabra, pero si no existe imaginate que si).
EliminarGracias por comentar ^^
A ver hombre, yo no he dicho nada sobre que sea una historia única o que se vaya a desarrollar más, yo lo que digo es que ha ido rapidísimo, sin tiempo a que los personajes descansen.
EliminarPara que me entiendas, si interpretasemos tu texto entre los dos, tu como el chico, y yo como la dragona por ejemplo...
¿cuanto tiempo crees que pasaría desde que me conoces hasta que quedamos? ¿unos 5 mins?
Es que se hace raro por parte del chico estar tan tranquilo desde el principio, y por parte de la dragona pasar de "¡oh dios mio, qué eres y cómo me has visto!" a "claro que quedaré contigo, y toma mi nombre,este podría ser el comienzo de una gran amistad" en 5 mins
No sé,podrías haberlo hecho de manera que la dragona, tras decirle que la olvide, se fuese, esperando a que el humano se fuese de allí para poder ver las estrellas, pero que al volver una hora después el humano siguiese allí, y ya calmada y con curiosidad, no solo por haberla visto, sino por ser el tipo de humano que, o bien es capaz de esperar años por lo que quiere, o que disfruta al igual que ella de ver las estrellas, empezase a hablar con él.
Si eso pasase de la forma que tu crees que pasa Sebastian estaria muerto. Cuando se apoyan en la pared pasa un tiempo hasta que vuelven a hablar.
EliminarSi a lo mejor solo pasaran 5 minutos seria la verdad realista porque constantemente el lugar este vigilado.
Arriesgarse una hora demas seria una oportunidad que lo vieran hablando con ella... y eso conllevaria a la muerte, ya que él no para de llamarle dragona.